En Calman Psicología contamos con psicólogos especializados en abuso sexual infantil (ASI), que pueden ayudar a los niños, niñas y adolescentes (NNyA) a afrontar el abuso padecido.
El ASI en todas sus formas es gravemente dañino por el dolor que provoca y demanda una respuesta activa y afectiva.
Si tenés sospechas o estás seguro que un niño, niña o adolescente sufrió de un abuso sexual en cualquieras de su modalidades es importante que consultes con alguno de nuestros especialistas.
El apoyo psicológico en casos de abuso sexual infantil
En nuestro centro contamos con psicólogos infantiles que pueden ayudar a los niños, niñas y adolescentes a afrontar el abuso padecido.
Los objetivos terapéuticos son variados y dependen de la singularidad de cada caso. En general, se intenta que el acontecimiento no se convierta en un hecho traumático para el niño o adolescente. Al mismo tiempo, que no deje secuelas a nivel psicológico.
El abordaje terapéutico también incluye a los padres y familiares del niño. El fin es que no solo puedan apoyar al menor, sino también logren regular sus propias emociones.
Es necesario destacar que en ningún caso el niño será expuesto a una entrevista cerrada y situaciones de ansiedad donde el psicólogo pregunta y el niño responde. Al contrario, propiciamos crear un ambiente ameno, divertido, donde el juego, los dibujos, los cuentos sean los primeros elementos a destacar en su evaluación.
¿Qué hace a una interacción abusiva?
El ASI no siempre está a la vista y puede ocurrir con o sin contacto sexual. Ocurre cuando un NNyA es utilizado para la estimulación sexual de su agresor, sea este un adulto conocido o desconocido, o un pariente. También, para la gratificación de un observador. Algunas formas de abuso sexual infantil son:
- Manoseos, frotamiento, contactos y besos sexuales
- El exhibicionismo y el voyeurismo
- Penetración sexual o su intento por vía vaginal, anal y/o bucal
- Coito interfemoral (entre los muslos)
- Actitudes intrusivas sexualizadas, comentarios lascivos e indagaciones inapropiadas acerca de la intimidad sexual de los niños, niñas y adolescentes
- Exhibición de pornografía, muchas veces disfrazada de “educación sexual”
- La incitación a que los niños, niñas y adolescentes tengan sexo entre sí o fotografiarlos en poses sexuales
- Grooming: contacto a través de internet con un mejor con fines sexuales
Indicadores del abuso sexual en la infancia
El abuso sexual en la infancia provoca síntomas graves y dificultades que desencadenan un grave impacto en el bienestar psíquico de la persona que lo sufre. Algunos indicadores son:
- A corto plazo: Cambios bruscos en el comportamiento, llanto inexplicable, miedo, pesadillas nocturnas, sentimientos de hostilidad hacia el agresor, conducta autodestructiva, retraimiento, trastornos conductuales y de relación, baja autoestima, signos de estrés postraumático, resistencia a regresar al hogar, al jardín o algún espacio que antes le agradaba ir, conductas regresivas como la enuresis (incontinencia urinaria) y la encopresis (incontinencia fecal).
- A largo plazo: depresión, fracaso escolar, trastornos de alimentación, baja autoestima, alteraciones psicopatológicas, trastornos de sexualidad, intentos de suicidio, automutilaciones, psicosis.
Un buen tratamiento psicológico va a permitir que los efecto a largo plazo no aparezcan y que los de corto plazo comiencen a desaparecer. Al mismo tiempo, que se generen formas más saludables de expresar lo sucedido.
¿Cómo actuar ante un caso de abuso sexual infantil?
Es crucial poner en práctica una escucha adecuada, permanecer calmado, y jamás culpar ni juzgar al niño. Debemos dejar que el menor se expresa espontáneamente sin interrumpirlo ni callarlo. Luego, se tendrán en cuenta diversos factores antes de actuar:
- Escuchar sin interrumpir todo lo que el menor quiera expresar. Luego realizar preguntas tales como: qué pasó, quién, cuándo, dónde.
- Explicar al niño que NO tiene la culpa de lo que le sucede
- Asegurarle que no le ocurrirá nada y que se lo va a ayudar expresándole contención y afecto
- Nunca se debe obligar al niño a hablar en el ámbito familiar frente al adulto sospechado. Mucho menos enfrentarlo a esa persona.
- En todos los casos se debe tomar recaudos para proteger a los niños, niñas y adolescentes. Esto implica que el mejor reciba contención y atención inmediata, además de dar parte a la justicia.